Investigadores del Laboratorio de Referencia en Patología de Organismos Acuáticos, del Centro de Investigaciones Acuícolas CPA, Sao Paulo, Brasil y del Grupo de Profilaxis y Biocontrol de Enfermedades de los Peces, del Departamento de Microbiología, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, España, publicaron una revisión donde actualizan los avances de las vacunas de peces y discuten sus ventajas, las limitaciones y los desafíos encontrados en este prometedor enfoque preventivo en acuicultura.
En la acuicultura, la resolución de problemas de enfermedades con alimentos medicados con antibióticos es una práctica general, pero ha dado lugar a la resistencia a los antibióticos de varios patógenos, lo que resulta en un requerimiento de dosis más alto para un control efectivo; este asunto está aumentando la preocupación pública.
Los científicos se están centrando más en apoyar la estrategia profiláctica en la acuicultura que utiliza vacunas como medida preventiva. Beneficiándose de la nueva tecnología emergente, se están adelantando tres formas principales de vacunas: forma inactivada, forma viva atenuada y forma de vacuna basada en ADN. Con respecto a algunas enfermedades, se empleó con éxito la vacunación de peces para proteger a los peces de cultivo de los patógenos comunes. Algunas vacunas están autorizadas y disponibles comercialmente en todo el mundo, otras aún se encuentran en fases experimentales. Las vacunas autógenas se desarrollan específicamente y sus usos están restringidos a sitios definidos.
Según el artículo, a gran escala, la buena eficacia de las vacunas para peces indujo una clara disminución en el uso de antibióticos. Pero el verdadero desafío de la vacuna desarrollada para peces sigue siendo combinar todos los parámetros que interfieren desde la concepción hasta la estrategia de administración. Paralelamente, una gran estrategia preventiva, debe tomar en cuenta las prácticas adecuadas de manejo de peces, limpieza y desinfección, la calidad del agua debe mantenerse en las condiciones óptimas y una nutrición adecuada para reducir las posibles condiciones de estrés para los peces.
Con respecto a la concepción de la vacuna, debe entenderse que la eficacia de una vacuna depende en gran medida del estado del sistema inmunológico. Finalmente, en la acuicultura, junto con la eficiencia en la prevención de enfermedades, una vacuna adecuada debería ser rentable, pero el pez generalmente requiere cantidades importantes de vacuna en el tratamiento primario y refuerzo para asegurar una protección satisfactoria. La vacunación de peces de cultivo también carece de un calendario de vacunas estandarizado apropiado para cada país y especie de pez.
En vacunología, la importancia de las sustancias adyuvantes para la presentación del antígeno al sistema inmunológico está bien aprobada, por lo que parece que se necesitan estudios intensivos para administrar un adyuvante más apropiado.
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