El estudio examinó el estado de las nuevas técnicas genómicas (NGT, por sus siglas en inglés), teniendo en cuenta el conocimiento más avanzado y las opiniones de los países de la UE y las partes interesadas. Además, identificó limitaciones a la capacidad de la legislación para seguir el ritmo de los avances científicos; estos causan desafíos de implementación e incertidumbres legales.
Entre las principales conclusiones del estudio, se indicaron que existen fuertes indicios de que la legislación aplicable no es adecuada para algunas NGT y sus productos, y que debe adaptarse al progreso científico y tecnológico. Puede que no esté justificado aplicar diferentes niveles de supervisión regulatoria a productos similares con niveles similares de riesgo, como es el caso de las plantas criadas y obtenidas de manera convencional a partir de ciertas NGT.
El seguimiento del estudio debería confirmar si es necesaria la adaptación y, de ser así, qué forma debería adoptar y qué instrumentos políticos deberían utilizarse para que la legislación sea resiliente, preparada para el futuro y se aplique de manera uniforme.
El estudio ha confirmado que los productos NGT tienen el potencial de contribuir a sistemas agroalimentarios sostenibles en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Estrategia de la granja a la mesa. Cualquier acción política adicional debe tener como objetivo permitir que los productos NGT contribuyan a la sostenibilidad, al mismo tiempo que se abordan las preocupaciones. Al mismo tiempo, las aplicaciones de NGT en el sector agrícola no deben socavar otros aspectos de la producción alimentaria sostenible, por ejemplo, en lo que respecta a la agricultura orgánica.
La acción política futura también debería abordar las lagunas y limitaciones de conocimiento identificadas en este estudio. Es importante destacar que se deben hacer más esfuerzos para informar e interactuar con el público sobre las NGT y evaluar sus puntos de vista.
El estudio se debatirá con los ministros de la UE en el Consejo de Agricultura y Pesca de mayo. La Comisión también discutirá sus conclusiones con el Parlamento Europeo y todas las partes interesadas.