Un estudio recientemente publicado en Scientific Report identificó los principales factores asociados con la mortalidad de referencia en la población de salmón Atlántico cultivado en noruega y cuantificó sus efectos, utilizando datos ambientales, de salud de los peces y de producción recolectados rutinariamente.
Según el artículo, hasta la fecha, la mayoría de las investigaciones sobre los determinantes de la mortalidad en la cría de salmón Atlántico se han centrado en factores específicos que se presume están asociados con la mortalidad extrema, con poca investigación sobre los factores asociados con las mortalidades de referencia subyacentes durante la producción.
Aquí, la mortalidad de referencia (<2%) se refiere a la mortalidad a un nivel «normal» (o esperada), sin incluir eventos extraordinarios asociados con un aumento de la mortalidad, como la proliferación de algas o los brotes de enfermedades infecciosas.
En general, el estudio encontró que los tratamientos contra los piojos de mar se asociaron con la mortalidad del salmón Atlántico. El estudio reveló que existe una tendencia hacia tratamientos no medicinales para los piojos de mar, incluida la desinfección térmica, donde se observó un aumento de la mortalidad del salmón Atlántico en el mismo mes en que se aplica el tratamiento.
Además, se observaron diferencias en la mortalidad entre las zonas de producción. El mes y el peso fueron otros factores importantes, con la menor mortalidad en los salmones más pequeños sembrados en agosto-octubre. “No detectamos un efecto protector de la siembra de smolts más grandes y el efecto observado de variaciones en el peso inicial para la transferencia fue generalmente pequeño en nuestro estudio”, revelaron los investigadores.
La temperatura y la salinidad de la superficie del mar también influyeron en la mortalidad del salmón Atlántico. “Encontramos que la temperatura tuvo un efecto no lineal sobre la mortalidad, y las temperaturas fuera del rango óptimo de 5 y 10 ° C se asociaron con un aumento de la mortalidad. En lo que respecta a la salinidad, los datos relacionados registrados a menudo se acercaban a 33 ‰ y los valores inferiores a ese generalmente resultaban en una menor mortalidad”, escribieron los autores del estudio.
Finalmente, los investigadores indicaron que los determinantes de la mortalidad estaban relacionados con el sistema de producción intensiva de salmón. Esto incluyó el periodo del año de la siembra y las prácticas para combatir las principales enfermedades del salmón, especialmente los tratamientos contra los piojos de mar.
“Los tratamientos aplicados contra los piojos de mar tuvieron efectos considerables sobre la mortalidad utilizando baños con H2O2 o compuestos medicinales, así como no medicinales, siendo estos últimos más perjudiciales”, concluyeron los investigadores.
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